EXPEDICIONES CON PROPÓSITO

Reunimos a científicos, artistas, viajeros y comunidades locales para co-crear impacto en todo el Mar de Cortés. Estos viajes están diseñados para inspirar la acción, financiar la conservación y profundizar la conexión entre el ser humano y el océano. Ya sea apoyando la investigación marina, la narración de historias o el desarrollo comunitario, cada expedición es un paso hacia un futuro más equilibrado y próspero.

Explora nuestra flota en acción y descubre cómo cada viaje conlleva un propósito y un legado.

Expedición SY Diablesse

El Viaje de Origen – Donde Nació Sailing for Prosperity

El Viaje que Inspiró Sailing For Prosperity
En mayo de 2024, lo que comenzó como un simple traslado del velero Diablesse de Ensenada a Los Cabos se convirtió en algo mucho más grande. A lo largo de casi 950 millas náuticas de costa del Pacífico, una pequeña tripulación de marineros, amigos y exploradores experimentó un viaje transformador, uno que sentó las bases de lo que se convertiría en Sailing For Prosperity.

La Ruta
Salida:
Ensenada, Baja California
Llegada: San José del Cabo, Baja California Sur
Distancia: ~950 Millas Náuticas

Paradas Clave:
• Islas San Benito
• Isla Cedros
• Bahía Tortugas
• Punta Abreojos
• San Carlos
• Cabo San Lucas

Tripulación y Propósito
La tripulación incluía al capitán de Diablesse, dos marineros, el propietario del velero Felipe Fernández, el entusiasta culinario Daniel Talamante, el fotógrafo Marchello "Bala", y Cristóbal González-Aller, quienes, junto con Felipe, se convertirían más tarde en los cofundadores de Sailing For Prosperity. Daniel y Marchello aportaron visión y energía creativa al viaje, ayudando a dar forma a algunas de las primeras ideas detrás de la iniciativa.

El viaje comenzó con celebración y camaradería en Tijuana y continuó con descubrimientos diarios, aventuras oceánicas y profundas reflexiones sobre la relación entre las comunidades costeras y el mar.

Tijuana - Ensenada:
El viaje comenzó en Tijuana, donde la tripulación se reunió para una noche de celebración. Los ánimos estaban altos, no solo por la anticipación del viaje, sino también para celebrar la noticia de que uno de los miembros de la tripulación esperaba a su primer hijo. Esa noche, llena de alegría, risas y deliciosa cocina local, marcó el tono de la expedición: de camaradería, curiosidad y propósito compartido.

A la mañana siguiente, el equipo se dirigió a Ensenada, donde Diablesse estaba atracada. Allí, se completaron los preparativos finales: revisiones logísticas, aprovisionamiento, pruebas de sistemas y verificaciones de seguridad. La energía era una mezcla de emoción y concentración, mientras la tripulación trabajaba codo a codo para preparar el barco para un viaje largo e incierto hacia el sur. Esa noche, durmieron a bordo del Diablesse, anclado en aguas tranquilas, descansados y listos para la partida.

Navegando Hacia un Propósito
Las Islas San Benito ofrecieron una bienvenida dramática. Remotas y ricas en vida silvestre, las islas presentaron un desafío para la tripulación con fuertes corrientes y terreno accidentado. Pero escondida dentro de la costa, una cala oculta reveló aguas tranquilas y un bosque de algas surrealista. Allí, lobos marinos se deslizaban entre frondas doradas, ofreciendo un encuentro submarino impresionante. Esa noche, un gesto de generosidad de pescadores locales —cambiando un jurel recién pescado por fruta y cerveza— provocó las primeras reflexiones sobre la conservación basada en la comunidad. El Chef Daniel Talamante transformó el pescado, junto con algas marinas y hierbas locales, en una cena gourmet que marcó la identidad culinaria de la expedición.

En Isla Cedros, la tripulación ancló cerca de un pueblo de comercio de sal donde inmensas operaciones logísticas contrastaban con una costa humilde. Después de nadar y algunos saltos juguetones desde las drizas, el equipo exploró el pueblo en busca de su famoso abulón. En cambio, encontraron signos de falta de inversión y carencia de infraestructura, lo que planteó una pregunta poderosa: ¿Cómo podrían comunidades costeras como esta prosperar a través de prácticas sostenibles y regenerativas? La tripulación partió con abulón y chorizo para su próximo festín, junto con una nueva claridad sobre la misión que tenían por delante.

Bahía Tortugas desafió los límites del barco, ya que vientos de 25 nudos se canalizaron a través de pasajes estrechos cerca de Isla Natividad. Después de un momento de intensa guiñada, la tripulación llegó con seguridad a su fondeadero al anochecer. Esa noche, Daniel sirvió espagueti con boloñesa de abulón y chorizo, otra celebración de alta mar de cultura, cocina y colaboración.

En Punta Abreojos, la tripulación se adentró tierra adentro en una lancha auxiliar a través de una laguna poco profunda salpicada de dunas y aves. Después de una complicada vuelta a través de la creciente marejada, fueron nuevamente recompensados con una comida que unió a todos: sal, mar e historia entretejidos en cada bocado.

Su último tramo hacia San Carlos y Cabo San Lucas trajo encuentros con ballenas azules e intercambios sinceros con pescadores, quienes les cambiaron 15 langostas por baterías y fruta. Mientras Diablesse rodeaba El Arco, una cálida brisa del Mar de Cortés marcó el emotivo final del viaje, y un nuevo comienzo.

Atracado en San José del Cabo, Diablesse se había convertido en más que una embarcación. Ahora era un hogar flotante para una visión creciente: la de la ciencia, la conexión y la prosperidad costera.

La Chispa de una Visión
Durante este viaje, dos visiones convergieron:

  1. Una propuesta para convertir al legendario Sayula II en un embajador de la Declaración del Océano de la ONU y The Ocean Race.

  2. Un sueño compartido de utilizar embarcaciones icónicas para conectar ciencia, cultura y conservación.

Así nació Sailing For Prosperity: una plataforma sin fines de lucro para expediciones de alto impacto que unen comunidades, científicos, marineros y visionarios.

Expedición Sayula II

Vientos de Prosperidad: Del Sueño a la Acción

La semilla plantada durante la expedición del Diablesse evolucionó rápidamente hacia algo más grande: el nacimiento oficial de Sailing For Prosperity. Impulsado por un nuevo entusiasmo y una visión compartida, el proyecto dio un gran salto con el traslado del legendario Sayula II desde Puerto Vallarta a su nuevo hogar en Marina Puerto Los Cabos, una puerta de entrada históricamente significativa al Mar de Cortés.

La Llegada del Sayula II
La llegada del Sayula II generó emoción y celebración. Eventos comunitarios, encuentros con medios de comunicación y una proyección especial de The Weekend Sailor marcaron el tono de lo que estaba por venir. La presencia de Enrique Carlín, una figura clave en la histórica circunnavegación del Sayula, añadió un peso emocional a la ocasión.

La Primera Expedición Oficial
Después de los preparativos en la marina, el Sayula II puso rumbo a La Paz, donde un evento de lanzamiento en Marina Puerta Cortés marcó el inicio de la primera expedición oficial de Sailing for Prosperity.

Una Tripulación Extraordinaria
Este viaje reunió a un equipo distinguido, incluyendo a:

  • Enrique Carlín, una leyenda viva de la vela mexicana.

  • Un capitán y un marinero de apoyo.

  • Octavio Aburto, científico marino líder.

  • Felipe Fernández, cofundador del proyecto.

  • Enrique Pardo de Innovaciones Alumbra.

  • Raúl Soto, un reconocido chef local.

  • Adrián De Antoni, cineasta argentino apoyado por Maja Sportswear.

  • Cristóbal González-Aller, cofundador y director de S4P.

Puntos Destacados de la Expedición

  • Ensenada de La Paz: Una visita a una antigua comunidad pesquera no regulada, ahora dedicada a la regeneración de ostras y vieiras, un poderoso ejemplo de transformación desde la base.

  • Isla San Francisquito: Una navegación de 45 millas náuticas, que culminó con una cena inolvidable con totoaba y callo de hacha, cortesía de Santo Mar y el chef Raúl Soto.

  • El Pardito e Isla San José: Un recorrido por la comunidad pesquera de Cueva, información científica sobre los ecosistemas de manglares por Octavio Aburto, snorkel y la exploración de futuras colaboraciones para la reintroducción de especies.

  • Isla Espíritu Santo: Un fondeadero final y una cena de despedida con pargo fresco, obsequio de pescadores locales. El viaje concluyó con reflexión, un propósito compartido y un brindis de celebración con ron Dos Maderas. Una caminata matutina por la isla marcó el final de la expedición.

Conclusión
Aunque de pocos días, la expedición fue rica en significado, sentando las bases para nuevas alianzas, aprendizaje compartido y una poderosa validación de la visión detrás de Sailing For Prosperity. No fue solo un viaje por mar, sino el comienzo de un movimiento